domingo, 23 de mayo de 2021

UN APORTE NADA "INSIGNIFICANTE", POR ELEONORA GARCÍA



Es redundante decir que la pandemia vino a complicarnos la vida, a demostrarnos qué frágiles somos, cuánto dependemos unos de otros para cuidarnos y cuidar. 
Pero también para hacernos reflexionar: ¿esto es consecuencia de nuestros actos? ¿Nuestro desinterés por el cuidado del equilibrio en la naturaleza es lo que nos está pasando factura? ¿Seremos nosotros, los seres humanos, el verdadero “virus” que intrusa todo lo existente en una actitud de suicidio inconsciente? ¿Qué puedo hacer yo al respecto…? 

Comento cuál es mi gota en el océano… 

Reciclo con ayuda de mis “amiguitas” las lombrices. 
Ellas se encargan en convertir en humus todos los vegetales que les ofrezco, restándolos al SEAMSE. Tengo mi pequeña huerta, donde produzco alimentos naturales para mí y mi familia y amigos. 
Aprovecho la experiencia acumulada cuando me dediqué a coordinar huertas orgánicas escolares desde mi cargo de Inspectora de Enseñanza, en La Matanza, Ezeiza, Cañuelas y Esteban Echeverría. 
Quienes me visitan no se van con las manos vacías. Se llevan un dulce casero, sin conservantes, hecho con las frutas de mi casa. O un lemonchello para darse un gustito en una noche de frío. 
Me encargo de recolectar semillas y hacer crecer arbolitos: palos borrachos para dar belleza, paltos para alimentar con un producto de alto valor nutritivo. Los hago germinar, crecer, los cuido y alimento con agua y humus por varios años, y cuando tienen una altura de dos metros, los regalo. Serán productores de oxígeno, sombra, para contribuir a un ambiente más sano para la vida.  Me encanta saber que crecerán fuertes y, a veces, puedo volver a verlos, ya llenos de nidos y pájaros.

¿Es insignificante? Puede ser que sí, pero me da placer hacerlo, y como diría la Madre Teresa de Calcuta: “si no lo hiciera, al océano le faltaría esa gota”…


Nota de Rosa: Conocí a Eleonora cuando dicté unos de mis primeros cursos de asesoramiento a escuelas, en año 1986, sobre "Logo para maestros". Eleonora ya se destacaba por su creatividad y luego supe de su abultada carrera docente, que resumiremos a continuación...

ELEONORA GARCÍA

Soy Eleonora García. Vivo y trabajo en Ciudad Evita, La Matanza. Me recibí de Maestra Normal Nacional en 1968, y ejercí la docencia como Maestra, Directora, Supervisora, en Escuelas Públicas Primarias. Me recibí de profesora y Licenciada en Ciencias de la Educación, y desde entonces accedí al Nivel Superior, trabajando como profesora en distintos Institutos de Formación Docente, en la UNLAM y en la UNLZ.

Como Inspectora de Educación coordiné proyectos regionales de Huertas Orgánicas escolares y familiares, y de Viveros forestales, todos con intervención del INTA. También proyectos de Comunicación e intercambio de experiencias didácticas, con amplia participación de docentes y estudiantes, siempre de escuelas públicas, así como un Congreso de Jóvenes, que convocó a miles de delegados de aula de estudiantes adolescentes.

Durante un año estuve a cargo de todas las escuelas EGB de la Provincia de Buenos Aires, en mi cargo de Subdirectora provincial. Desde ese lugar, socialicé a nivel provincial los proyectos que antes fueron regionales.

Fui Capacitadora del Programa Nuestra Escuela, Formadora Nacional, y coordiné postítulos en Uso de las TIC en la Escuela Primaria. Esto me permitió visitar y conocer la situación educativa en provincias del NOA y del NEA.

Me capacité en Investigación Educativa, Supervisión educativa, y soy Especialista en Pedagogía Social, entre otras varias experiencias que sería muy largo de explicitar. Es que tengo 70 años y siempre me interesó estudiar.

Hoy dedico mi tiempo a la formación de futuros docentes y a la capacitación de futuros directores y directoras que deben concursar sus cargos en el marco del Estatuto del Docente.



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