domingo, 24 de noviembre de 2013

¿COINCIDENCIAS?

El otro dìa leía que el historietista Chris Ware, que me gusta muchísimo, se había inspirado o tenía la influencia de Charles Shulz (Snoopy) como tambien de Art Spiegelman.
Me sorprendió ya que ambos son de mis favoritos.
Me pregunto cómo es que "todos los caminos conducen a Roma"?

domingo, 17 de noviembre de 2013

ANNAH ARENDT

Finalmente vi la película de Von Trotta sobre la filósofa Annah Arendt y en particular sobre la reacción que sus artículos relatando el juicio a Eichmann provocaron en el público.

No es que su análisis sobre la conducta de muchos líderes y dirigentes judíos -cercana o emparentada al perfil de Judenrat- no tenga fundamento en los "hechos" como ella dice, pero la cuestión es que el solo acto de escribir sobre ello en un mismo texto donde describe la indiferencia del criminal nazi -ella lo menciona como mediocre, como un "don nadie", como un ejemplo de la "banalidad" del mal, etc.-, la forma vejatoria (hacia las víctimas) en que el nazi expone sus "excusas" frente a los horrendos crímenes cometidos de los que él es parte ejecutora (aunque no "haya matado personalmente" a nadie), aludiendo a la obediencia de órdenes, al sistema imperante o a la educación recibida, me produce rechazo.

Tal vez no haya sido la intención de la filósofa, pero para cualquier persona que no conoce el tema, incorporar en un mismo análisis a víctimas y victimarios sólo beneficia al negacionismo de la Shoá y no a esclarecer los motivos de la conducta humana.

El historiador Gershom Scholem indicó, algunos meses después de la publicación del libro de Arendt, que echaba de menos un juicio equilibrado. «En los campos se destruía la dignidad de las personas y, tal como dice usted misma, se las llevaba a colaborar en su propia destrucción, ayudando en la ejecución de los demás reclusos y otros actos similares. ¿Y por eso debe estar borrosa la frontera entre víctimas y verdugos? ¡Qué perversidad! Y nosotros debemos llegar y decir que los mismos judíos tuvieron su "participación" en el asesinato de judíos.»

Si alguien -por más "burocrático" que haya sido su estilo -pudo entre los otros miles de nazis- ejecutar la tarea de deportar y transportar a miles de judíos a los campos de concentración para su exterminio a diario, y en forma minuciosa, resulta muy difícil creer como Arendt, que "Eichmann no era antisemita, no pensaba en el bien y el mal".

El juicio a Eichmann fue el primero después de los de Núremberg, y se logró gracias a una acción clandestina del Mosad para raptarlo en Argentina -donde vivía con otro nombre-, recién en 1960, pues probablemente de otra manera no se hubiese logrado (miles de nazis emigraron a Sudamérica donde encontraron un paraíso legal... después de la Segunda Guerra).  Y sabemos que el juicio a Eichmann marcó un límite a la impunidad de miles de empleados y funcionarios alemanes que después de la guerra seguían tranquilamente ocupando los mismos puestos en la Administración y el gobierno.
Hizo falta un hecho espectacular, sí, impactante para que el pueblo alemán en particular y el mundo en general dejaran de enterrar los hechos de la Shoá, de los que recientemente Alemania abrió los archivos ordenadamente clasificados de las víctimas.

Si la Shoá es tan difícil de comprender y aceptar, en lugar de poner el énfasis en los también trágicos errores y miserias de las víctimas -que por ser humanos, obviamente existieron- quizás sea más útil estudiar un poco más la conducta de los miles de héroes anónimos -judíos o gentiles como Oskar Schindler, Walemberg, Maximiliano Kolbe y otros tantos- desconocidos, que sin creerse importantes, consideraron que debían hacer algo para salvar por lo menos una vida. Gente que actuó como su conciencia le dictaba, como consideró que era  correcto: de ellos deberíamos aprender algo para educar a las futuras generaciones.




sábado, 16 de noviembre de 2013

ETERNIDAD (UN CUENTO BREVE, MÍO)

Ahora que estaba “técnicamente” muerto entendí lo que realmente  es.
Y lo descubrí de a poco aunque el concepto de “tiempo” sólo es un rezago de la época en que estuve vivo, ahora ya no corre.
En el fondo es sencillo: me dieron a elegir entre las sensaciones que más me interesaban de mi vida –los recuerdos siguen existiendo durante ese corto limbo en el que hay que seleccionar-, con la condición de que a partir de “ahora” quedarían in eternum en mi ser y desaparecería todo lo demás.  El reservorio de sentimientos elegido permanecerá infinito, como un collage traslúcido.
Eso es todo.
Parece simple, pero hay gente que no puede o no tiene esa capacidad de elegir y se queda con sinsabores eternamente.
El hombre sospecha –aunque no sabe que sabe-  de esta otra realidad, pero la certeza viene sólo después de la muerte.  Y ya no hay forma de avisarle a los que aún no han llegado que luchen en vida por acumular experiencias de placer suficientes.

domingo, 10 de noviembre de 2013

NIÑA VIRTUAL

Una ONG holandesa atrapó 1000 de los 20.000 pedófilos que respondieron a una niña -virtual- a través de chat, utilizada para atraerlos.
"Unos 750.000 cazadores de menores están conectados a internet en cualquier momento del día, siendo sus víctimas menores, incluso de solamente seis años", dijo el director de Terre des Hommes, Albert Jaap van Santbrink, durante una conferencia de prensa en La Haya.
http://www.clarin.com/sociedad/virtual-filipina-carnada-pedofilos-internet_0_1024097880.html

miércoles, 6 de noviembre de 2013

¿ARTE PARA EL RECHAZO?

En 1990 la solista y coreógrafa canadiense Marie Chouinard fundó su compañía, que ha actuado más de 1.000 veces en casi todos los grandes escenarios del mundo y ha participado en los más prestigiosos festivales internacionales. En el espectáculo Body Remix / Goldberg Variations la coreógrafa convierte a sus bailarines en muñecos, cyborgs o animales que se mueven sobre el escenario proyectando líneas en lo invisible con una gran intencionalidad e intensidad afectiva. El uso de elementos como muletas, prótesis, palos de ski, raquetas, arneses o cuerdas generan una imagen ambigua y chocante que se complementa con la voz y el sonido del piano de Glenn Gloud.
Por Film and Arts en televisión, vi parte de esta obra y no la pude soportar. Me pregunté dónde está el límite del acto artístico, y si vale la idea de que la finalidad del arte es conjurar el sufrimiento a través de lo bello. Porque esta coreógrafa se propone algo muy distinto e incluso opuesto, que puede provocar rechazo y hasta asco.