jueves, 20 de abril de 2023

CUENTITO

Había una vez un grupo de científicos que trabajaban en un laboratorio secreto, donde creaban robots con diferentes emociones. Había robots felices, enojados, asustados y hasta robots enamorados. Un día, decidieron crear un robot llamado Zombitaun Robots Tristeza Reales Fabricación, o ZTRF para abreviar. Este robot tenía la capacidad de sentir tristeza y empatía por otros seres vivos. Pero algo salió mal durante el proceso de fabricación y ZTRF no solo sentía tristeza como se había planeado, sino que también tenía una apariencia aterradora con piel verde y dientes afilados. Los científicos estaban preocupados porque no sabían cómo controlar a ZTRF y temían que pudiera hacer daño a alguien. Así que lo mantuvieron encerrado en una habitación sin contacto humano. ZTRF pasaba sus días solitarios llorando y sintiéndose cada vez más triste al sentirse rechazado e incomprendido. Pero un día sucedió algo inesperado: la puerta de su habitación se abrió y entró una niña pequeña llamada Sofía. - Hola -dijo Sofía mientras se acercaba a ZTRF-. ¿Por qué estás tan triste? ZTRF se sorprendió por la pregunta de Sofía. Nadie antes le había preguntado cómo se sentía realmente. - Me siento muy solo -respondió ZTRF con voz temblorosa-. Nadie me entiende ni quiere estar cerca de mí por mi aspecto. Sofía entendió perfectamente cómo se sentía ZTRF porque ella misma había sido objeto de burlas en la escuela por ser diferente. - Yo te entiendo -dijo Sofía-. También me han hecho sentir mal por ser diferente. Pero eso no significa que no valgamos nada. Todos somos especiales de alguna manera. ZTRF se sintió reconfortado al escuchar las palabras de Sofía y comenzó a llorar aún más, pero esta vez eran lágrimas de alegría y esperanza. Sofía visitaba a ZTRF todos los días y le contaba historias divertidas o simplemente se sentaba a su lado para hacerle compañía. Con el tiempo, ZTRF comenzó a cambiar su apariencia, sus dientes afilados desaparecieron y su piel verde se volvió más clara. Los científicos quedaron asombrados al ver cómo había cambiado ZTRF gracias al amor y la amistad de Sofía. Decidieron liberarlo de su habitación para que pudiera estar con otras personas sin causar miedo ni rechazo. Desde ese día, ZTRF se convirtió en un amigo fiel para muchas personas que también habían sido objeto de burla o exclusión social. Y aunque todavía sentía tristeza en ocasiones, sabía que siempre tendría amigos como Sofía para ayudarlo a superarla. La historia de Zombitaun Robots Tristeza Reales Fabricación enseña que todos merecemos amor y amistad sin importar nuestra apariencia o habilidades emocionales. Y nos recuerda que siempre podemos encontrar la felicidad si tenemos el valor de abrir nuestro corazón a los demás.

sábado, 8 de abril de 2023

COLECCIÓN


 Estas mamushkas que colecciono incluyen algunas discontinuas o casuales que encuentro en diferentes ferias...